Para muchos, los valores se aprenden en casa; para otros, son parte importante de la enseñanza que los maestros imparten a los más pequeños de la casa; pero la realidad es que, sea cual sea la manera en la que nuestros niños los absorben, los valores son la base fundamental de la formación de nuestras generaciones de relevo. A continuación, te mostramos maneras didácticas y entretenidas de inculcar valores en los más pequeños sin que se torne aburrido o se convierta en una conversación tediosa e incómoda.
¡Todos a leer!
La mayoría de las historias infantiles están cargadas de enseñanzas y de valores que nuestros niños pueden poner en práctica en su día a día. Historias como “La liebre y la tortuga” inculcan valores de gran importancia como lo son la honestidad, la bondad y el compañerismo.
¡Hora de jugar!
Todos amamos jugar, sin importar qué edad tengamos. Mediante juegos, podemos fortalecer el trabajo en equipo, la confianza, el coraje y la organización. Juega con un grupo de niños para que aprendan y entiendan cómo pueden confiar en el otro, y así poner en práctica los valores que más adelante, forjarán su carácter ante la sociedad.
¡Opinemos!
Junta una clase y crea un foro sobre cualquier tema que a los niños le pueda interesar. Habla sobre una película que les guste, una serie que esté de moda o sobre un tópico que esté vigente. Habla con ellos y haz que participen y opinen. Así podrás ayudarlos a expresarse con más claridad, fortaleciendo su autoestima e inculcando valores como el del respeto por la opinión ajena, la tolerancia, el compartir, la compasión, la empatía, el perdón y la comprensión.
Como podemos ver, existen muchísimas alternativas para hacer que la inclusión de valores en nuestra vida diaria y en la enseñanza sea más divertida que mediante una clase lenta y tediosa. La práctica y los juegos son formas muy entretenidas de aprender.