Esta interrogante surge de la negativa de algunos maestros de adelantar la enseñanza de los niños para leer y escribir.
Hoy en día, los maestros ven con preocupación como los niños que inician al ciclo infantil (3 a 6 años) tienen una pre-primarización de esta etapa de su educación, convirtiéndose en una preparatoria para la escuela primaria, lo que afecta el desarrollo cognitivo y socio emocional del niño, tal como manifiesta la Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE).
Adelantar el aprendizaje en lo niños
Durante el periodo educativo que comprende de los 3 a 6 años (no obligatorio en muchos países), a muchos niños se les exige:
- Saber leer.
- Escribir al dictado.
- Hacer sumas y restas.
En otros países, los niños se mantienen jugando y aprendiendo a relacionarse con los demás y no es hasta mucho más tarde cuando empiezan a tener contacto con las letras y los números.
En un informe de opinión de la AMEI-WAECE este adelanto afecta negativamente el desarrollo cognitivo y socio – emocional del niño, según lo expresa uno de cada tres profesores en el estudio de opinión. Además, en algunos casos, las exigencias curriculares se suman a las sociales y familiares que hace que los maestros se vean obligados a dar prioridad en unas áreas por encima de las otras, dejando de lado los aspectos emocionales y la educación de valores, complaciendo a los padres que buscan que su hijo sea el más listo y el mejor.
En los países nórdicos europeos los niños comienzan a ir a clases apenas a los 7 años, donde no vale el planteamiento de cuanto antes mejor, considerando que los niños aún no están preparados, cuando lo estén podrán iniciar su aprendizaje sin presiones, sobre todo fortalecidos y seguros de si mismos, sin ser catalogados de problemáticos por que no pudieron aprender a una edad menor.
Respetar el ritmo de cada menor
Se debe respetar el ritmo de cada uno de ellos independientemente de su edad, porque se trata es de enseñar la lectura y la escritura de la forma más natural posible, respetando la individualidad de cada menor. Si reciben respeto del adulto, ganan confianza en sí mismos y eso es definitivamente lo más importante; se debe cuidar el modo como las letras y los números están presentes en las aulas.
En cuanto a los hogares, los niños aprenden de los padres y por ello la máxima: «La educación comienza en casa». Lo importante al momento de educar es escucharlos con atención y premiarlos cuando se porta bien, cuando cumplen con sus responsabilidades o se comportan de forma educada.
También, es esencial en la educación de un niño ayudarlos a crecer y ser mejores personas, enseñándole valores que son aprendidos de los padres y de todos los que lo rodean, desde la convivencia y establecimiento de normas y actitudes para convivir con los demás y mantener su práctica como un hábito.