Una gran celebración llenó de alegría los rostros de todos los que conforman la gran familia de la Casa Hogar Al Fin, tras haber llegado la fecha de su noveno aniversario. Entre actividades recreativas y culturales, la junta directiva les brindó a los niños una semana muy distinta a lo que acostumbran vivir, recalcando, además el compromiso que la Industria Procesadora Inproceca, Avelina y su presidente, Mauro Libi Crestani, tienen con la fundación.

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“Es gratificante ver cómo año tras año crece el compromiso que tenemos con esta Casa Hogar y con cada uno de sus niños. Hemos visto crecer jóvenes cuya historia de vida pudo haber sido distinta si no hubiesen encontrado un espacio en dónde recibir la atención médica y educativa adecuada. Hoy podemos decir que en esta casa se están formando jóvenes que construirán el futuro por y para el país” afirmó el empresario Mauro Libi Crestani durante su visita.

Otra de las sorpresas que amenizó la celebración fue la llegada del ex futbolista Angelo Felice, quien donó balones y uniformes a los pequeños amantes a este deporte, además de compartir un rato con ellos. Por su parte, la Orquesta Sinfónica Juvenil de Carabella también dijo presente en la celebración y amenizó musicalmente la tarde.

“Nosotros diseñamos la Casa Hogar Al Fin como un espacio que pudiera ser visto por los niños como un hogar verdadero, nos convertimos en una familia para ellos luego de haber estado en una situación de abandono en sus hogares naturales, hasta lograr que puedan estar en un hogar sustituto de acuerdo con lo que establece la ley. Mientras tanto, su permanencia en la casa garantiza que la construcción de su futuro sea positivo; ese es nuestro compromiso” afirmó Mauro Libi.

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Ya son nueve años ayudando a los niños más necesitados del estado Vargas. Desde su fundación, se han atendido más de 146 niños que han sido abandonados por sus familiares, por lo que se han visto expuestos a situación de calle y de riesgo. Dentro de la fundación, existen 12 jóvenes que ya han cumplido la mayoría de edad y que, actualmente, realizan sus estudios universitarios y siguen contando con la casa como su propio hogar, mientras se incorporan en el campo laboral.