Cada vez es más inusual la presencia de niños y niñas en las calles, hay más espacios cerrados para que jueguen, alejándolos del aire libre.
Actualmente, los espacios públicos infantiles al aire libre están en tendencia de desaparecer, presentando el fenómeno de crecimiento de espacios cerrados para juegos infantiles, por crear más seguridad y por haber menos áreas verdes, llevando a organizaciones como la UNICEF a lanzar publicaciones que establecen lineamientos para construir entornos urbanos amigables.
La ciudad un territorio hostil para los niños
La hostilidad no es solo para los niños, sino también para el peatón, porque el predominio del auto en las ciudades ha contribuido al alejamiento de las personas a los espacios públicos que ofrecen las ciudades. Alejar a los niños de los espacios al aire libre impide que tenga experiencias fundamentales para un desarrollo saludable en las áreas cognitivas, emotivas y social.
En Europa, además de los pocos espacios al aire libre, a causa del auge de las nuevas franquicias y la privatización de espacios públicos, los niños se comienzan a ver como algo molesto, llevándolos a ser recluidos en locales u hogares, espacios protegidos para la infancia.
También, hay un aumento de parques felices dentro de los centros comerciales monitoreados por profesionales, para que los padres puedan hacer sus compras en tranquilidad. Por otro lado, hay muy poca planificación urbanística en cuanto a los espacios para niños, diseñados hacia dimensiones humanas y no para los niños.
Los niños necesitan sus espacios públicos al aire libre, por ello, como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), una ciudad inteligente debe ser amigable para niños.
Una ciudad amigable para la infancia
Se puede definir a una ciudad amiga de la infancia como aquella en la que niñas y niños puedan moverse en libertad, sin tener limitaciones en cuanto a cuáles pueden usar, partiendo de dos condiciones:
- El espacio de juego en una ciudad es la misma ciudad.
- No esté prohibido jugar y tener tiempo para jugar.
UNICEF lanzó un manual para construir entornos que propone poner a los niños y niñas en el primer plano de la planificación urbana, y que además ofrece orientación sobre el papel que esta debe desempeñar para alcanzar los ODS, pensando localmente y globalmente.
A través de los 10 principios de los derechos del niño en la planificación urbana, el manual presenta conceptos, pruebas, herramientas y prácticas prometedoras para crear ciudades prósperas, inclusivas y verdes en las que los niños y niñas puedan crecer y jugar seguros.
Las oficinas del organismo internacional en España llevan a cabo el programa Ciudades Amigas de la Infancia, que ha reconocido como tal a 170 ciudades de este país y está en proceso de reconocer 100 más este año.
Se está tomando en cuenta no solo espacios libres para que los niños jueguen, también se contempla que los niños puedan realizar sus actividades solos, como ir al colegio, creando caminos escolares. En cuanto a los parques, sustituir los carteles famosos de Prohibido jugar a la pelota por el que diga: Juega respetando.